Retro, un viaje al pasado...
Empiezo mi pequeña aventura desde la confluencia de las calles, Paseo Dolores Soria, Hospital y Maestra María del Rosario, de Pinto. Donde dicen está el Centro de
la Península Ibérica. Un lugar del que según cuenta la leyenda, en
tiempos de moros y cristianos los hijos del Islam midieron estas tierras de
parte a parte, situando en este punto el “Centro Geográfico de la Península
Ibérica”; y en el que justo debajo enterraron un arca con los instrumentos
utilizados en sus mediciones.
Y debió de ser verdad, pues la calle que desde
este punto conduce hasta la torre de Éboli llevó en su día el nombre de calle
del Arca, como así se refleja el plano más antiguo de Pinto, año 1858.
Me decido a subir por la calle del centro, la calle Hospital y después de caminar unos cien metros me topo con ¿un museo? o ¿es una peluquería?
OH MY GOD!! ¿Pero esto qué es, una puerta del
Ministerio de Tiempo que me lleva hasta los años sesenta? La atravieso y es
como si este lugar me trasladara a la mismísima casa de los Alcántara, bueno,
con mucho mejor gusto, según mi opinión. Sillones de escay, con sus tapetes de
ganchillo, papel pintado, una mesa vintage que incluye un revistero, una mesita
y una lámpara, vinilos, y muñecas de las de antes.
Pero lo que más llama mi atención es un pequeño rincón
lleno de objetos que más quisieran tener en su poder el equipo de “Yo fui a EGB”.
Y es que mirar este espacio es trasladarte a tu infancia, bueno, por lo menos a
los que nacimos entre las décadas de los sesenta y setenta, entre los que me
incluyo.
Un teléfono góndola, un tocadiscos, un bolso de la
Nancy, la rica Mirinda, un radiocasete,
cámaras de fotos de las de carrete y un sin fin de objetos que hacen que se te
dibuje una sonrisa nostálgica.
Enseguida me percato de que no estoy sola, claro!!! y es
que me olvidaba que me encuentro en una peluquería. Me recibe Laura, la artífice
de este nostálgico lugar.
Laura tiene 38 primaveras, y una alegría que contagia a cualquiera. Pinteña de cuna pero con sangre vallecana, siempre tuvo muy claro desde la más tierna infancia que lo suyo era “cortar pelos”. Y bien que se lo hizo saber a todas sus muñecas, bueno, y a su vecino Miguel, que fue su primer cliente, y a quien cortó el flequillo al estilo Santiago Segura, aunque a su madre no le hizo mucha gracia y el castigo no se hizo esperar. Me da a mi, que la canción “que le está pasando al pobre Miguel, que hace mucho tiempo que no sale”, la escribieron pensando en él.
Laura se describe como una “loca de los pelos” y apasionada por su trabajo. Lleva “peluqueando” desde los 15 años. Extrovertida y con mucho sentido del humor, esto último lo debió de aprender del gran Eugenio, de quien posee dos cintas de cassette, sí, de esas que teníamos que rebobinar con los bolis Bic.
Después de muchos años trabajando para otros, en 2004
decidió que ya era hora de poner su propio salón. Como era y es una “friki” de
la moda retro española de los años sesenta y setenta, tenía muy claro cómo
debía llamarse. Y así nació la peluquería Retro. “La monté con dos duros, con
más ganas que con dinero, pero cuando hay ganas se consigue todo”, comenta con
entusiasmo.
El primer “tesoro” de su pequeño museo fue el CinExin, después
llegarían los demás. Pero al que tiene más cariño es un teléfono negro de
baquelita, un regalo de su padre de su paso por Sintel.
A la hora de peinar, no se le resiste ningún estilo,
desde el más clásico al más moderno y todos los trabajos que le piden los vive
de forma muy intensa. Es una admiradora del equipo “X-presion Creativos”, un
referente en I+D+i en esto de “peluquear”. Asegura que trabajar con ellos es “alucinante”.
Pero Laura no siempre está cortando el pelo, y en su
tiempo libre escucha música, hace yoga, cocina, y es una incondicional del bar Trazos,
uno de sus lugares de Pinto favoritos. Se describe como una melómana, aunque
ella es “metalera” por los cuatro costados, admiradora de los Korn, su grupo
favorito, y de su canción Blind.
No sabe qué será de ella en un futuro próximo pero
tiene muy claro que “después de haber tocado fondo, todo me irá bien”. Y es que
Laura siempre ve el vaso medio lleno, como diría el mismísimo Louis van Gaal,
siempre positivo, nunca negativo.
Así que ya sabes, sí quieres escuchar buena música
mientras te peinan, y además, recordar tus tiempos de EGB, no dudes en hacer
una visita a Laura, la peluquera más dicharachera de Pinto.
Precioso artículo. Laura es esas personas que te llegan al corazón y la mejor peluquera su quieres cambiar de imagen.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Tienes toda la razón. Laura es una de esas personas que dejan huella.
ResponderEliminarSaludos!
Me encanta el artículo, las fotos y por supuesto me encanta Retro Y laura. Lo has descrito tal y como es. 100% recomendable para visitar.
ResponderEliminarEnhorabuena
Desde luego tu don venia desde pequeñita y me alegra haber sido tu conejillo de indias..jajjajaja.
ResponderEliminarHola Miguel!!! vaya, espero que te haya vuelto a crecer la melena y ya sabes, ahora que ya es una profesional puedes estar tranquilo.
EliminarGracias por tu comentario!!
Desde luego tu don venia desde pequeñita y me alegra haber sido tu conejillo de indias..jajjajaja.
ResponderEliminarMuy bueno, ma ha gustado mucho reconocer ese pequeño rincón de pinto, espero que no sea el último, animo y a por otro.
ResponderEliminarGracias Emilio por tu ánimo y apoyo, yo también espero que no sea el último. Me alegro que te haya gustado.
EliminarUn beso!!
Muy bueno, ma ha gustado mucho reconocer ese pequeño rincón de pinto, espero que no sea el último, animo y a por otro.
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