Nosotras, vosotras y ellas. Sororidad

Colectivo Malala, feminismo hecho en Pinto.

El pasado 25 de noviembre se celebró el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer”, y Pinto, como no podía ser de otra manera, se sumó a los actos de condena. Más de cien personas acudieron a la marcha y al minuto de silencio que el Ayuntamiento organizó, entre ellas, varias asociaciones y colectivos pinteños que quisieron poner su granito de arena y sensibilizar a la ciudadanía sobre esta lacra, porque este problema nos incumbe a todos, y no podemos mirar hacia otro lado. 

Además, con gran acierto, este año la Concejalía de Igualdad, con la campaña “Depende de Ti”, ha querido tener en cuenta al hombre como parte fundamental de la solución a este enquistado conflicto, y algunas de las actividades que se programaron estaban dirigidas especialmente al público masculino, como el Taller de Masculinidad y Mayores, o la charla sobre la Responsabilidad de los Hombres en la Violencia de Género, con Iñaki Lajud de la asociación (AHIGE)

Entre los colectivos y asociaciones que han participado activamente en estas jornadas contra la violencia machista me gustaría destacar al “Colectivo Malala”, formado por unas treinta jóvenes pinteñas, feministas, con edades comprendidas entre los 14 y los 20 años, y con las ideas muy claras, a pesar de su juventud.


Me hubiese gustado conocerlas a todas, pero esa opción era prácticamente imposible, así que opté por enviarles unas preguntas para que entre todas pudieran responderme, aun así, Alicia Carballo, vocal del colectivo y estudiante de Ciencias Políticas, no dudó en concederme un poquito de su valioso tiempo en plena época de exámenes, ¡gracias!

La historia del colectivo comienza el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cuando se coloca la bandera morada en la glorieta donde habitualmente hay izada una bandera de España, el cambio de estandarte generó gran polémica entre algunos vecinos, que lo manifestaron en las redes sociales con comentarios machistas, a​ ​raíz de estas ​críticas algunas jóvenes respondieron individualmente, y pronto ​se dieron cuenta de que​ ​no​ ​estaban​ ​solas, ​​que eran​ ​muchas​ ​las​ ​que​ ​tenían​ ​la voluntad​ ​de defenderse ​ante​ estos ataques, pues consideraban que el izado de la bandera era un acto simbólico y necesario. 

“En ese momento nace​​ ​una​ ​frase,​ ​Tenemos que hacer algo,​ ​y​ ​a raíz​ ​de​ ​esa​ ​voluntad,​ ​en​ ​menos​ ​de​ ​32​ ​horas,​ ​organizamos​ ​una​ ​concentración ​que tuvo​ ​desde​ ​nuestra​ ​perspectiva​ ​una​ ​gran​ ​acogida.​ ​Aquel​ ​día​ ​hicimos​ ​algo​ ​pequeño, pero​ ​fue​ ​algo​ ​grande.​ ​Fruto​ ​de​ ​la​ ​unión​ ​de​ ​aquel​ ​día,​ ​de​ ​distribuirnos​ ​a​ ​la​ ​hora​ ​de colocar​ ​carteles,​ ​de​ ​dar​ ​difusión​ ​a​ ​esa​ ​concentración, nos​ ​dimos​ ​cuenta​ ​de​ ​que ​no​ ​había​ ​sido​ ​un​ ​acto​ ​único,​ ​era​ ​simplemente​ ​el​ ​principio. ​Recibimos​ ​tanto ​ánimo​ ​y​ ​apoyo​ ​de​ ​las​ ​asistentes​ ​que, tras hablarlo entre todas, decidimos ​​agruparnos y formar un colectivo”. Alicia Carballo.

Después de meditar nombres para el colectivo eligen el de Malala*, con la que se identifican plenamente. 

A partir de ese momento comienzan las reuniones, las asambleas, su participación activa, no sólo en los actos del 25N, sino en muchas otras actividades que tengan como objetivo condenar y rechazar la violencia contra la mujer; pegada de cárteles, feria de la Justicia Social, marchas exploratorias de seguridad, entrevistas con Radio Xata, etc.

Todas son conscientes de la mala prensa que ha acompañado siempre al movimiento feminista, y del duro camino que les queda por recorrer, quieren dejar claro que, en muchas ocasiones, se desconoce el propio significado del término feminismo, y que por falta de información se considera como lo contrario del machismo. 

"Para nosotras el feminismo es el movimiento social que lucha por acabar con la opresión ejercida contra las mujeres por parte de una sociedad y un sistema machista y patriarcal, entendiendo por patriarcal aquel sistema que concede y sostiene privilegios a los hombres simplemente por el hecho de serlo”, por esta razón consideran que el feminismo lucha por la equidad, concepto más justo que el de igualdad. 

Se consideran ciberactivistas, y creen que las redes sociales han contribuido a difundir la doctrina feminista, sin embargo, también ha llevado a la creación de términos que son completamente erróneos y que carecen de fundamento alguno, como por ejemplo “hembrismo” o “feminazi”. Parece correcto decir que el ‘’hembrismo’’ es lo contrario al ‘’machismo’’, algo que hasta yo misma pensaba, menos mal que estás chicas me lo han explicado muy bien y ya no caeré en el error. “No es posible sostener este argumento desde la lógica, puesto que como hemos dicho, el machismo viene respaldado por una sociedad patriarcal que concede todo tipo de privilegios a los hombres y esto no ocurre de cara a las mujeres, por tanto, estos términos no tienen fundamento alguno, simplemente se utilizan para desprestigiar la lucha feminista”. Colectivo Malala

Pero su lucha se extiende más allá de las redes sociales, algunas pertenecen a asociaciones de sus Universidades, acuden a talleres formativos y emocionales, y no dudan en señalar y tratar de corregir las actitudes machistas, los micromachismos, que ven en su día a día en amigos, familiares o en desconocidos sobre todo en la red social Twitter (@Malala_Pinto), donde son muy activas. 

“Como colectivo, intentamos llevar a cabo una campaña de información, concienciación y sensibilización, por ejemplo, como método formativo, en la Feria de la Justicia Social de Pinto repartimos tarjetas con palabras clave; Patriarcado, Brecha Salarial o Micromachismo, incluso incluimos el significado propio de Feminismo”

Están respaldadas y apoyadas por su entorno, sobre todo por las chicas, que preguntan con curiosidad sobre la labor del colectivo, aunque aún son reacias a formar parte de este movimiento, pero cuando hablan de los chicos, la cosa no pinta tan bien, “por parte de los chicos lo único que pude escuchar fue cierta mofa sobre la concentración del 8 de marzo, ya que lo veían algo innecesario, se nota que ellos no viven oprimidos por el patriarcado” responde Laura Lázaro

Consideran que el origen de esta lacra está en años y años de machismo respaldado por el sistema, y que la solución pasa por tener más información sobre el tema, e incluirlo en la enseñanza obligatoria, para que desde pequeños crezcan sabiendo que los hombres y las mujeres deben tener los mismos derechos, ni uno más ni uno menos. “Erradicar el patriarcado tiene mucho trabajo, pero casi todo se basa en la educación. Enseñar a los más pequeños qué conductas son las correctas, así como eliminar los roles de género que desde las edades más tempranas ya aparecen, corregir en los adultos los comportamientos que ya tenemos interiorizados, pues con el patriarcado se han visto normalizados” Colectivo Malala
Todo esto lo dejaron muy claro en los actos del 25N con una lectura muy emotiva.

Hace unos días se publicó una estadística que recogía que el 27% de los jóvenes cree que la violencia machista es "normal" en la pareja, esperemos que con el trabajo de las chicas del colectivo Malala este porcentaje empiece a bajar en un futuro no muy lejano, y que al colectivo, que pronto se convertirá en asociación, se unan también algunos chicos.

¡Gracias por vuestra labor!, sin duda contribuirá a desterrar de una vez por todas esta lacra.

Dedicado a todas aquellas mujeres que sufren la violencia machista, y en especial a las que han sido asesinadas.